Buscar este blog

lunes, junio 17, 2013

Carla Peterson: "Este personaje me exigió muchos días de estudio"

Por: Analía Rivas

Luego de cinco horas continuas lejos de su casa y de su hijo Gaspar, de cinco meses, los pechos la apremian y no lo disimula. Se sienta y hace un gesto que la delata. "¿Te duelen?", es la primera pregunta. "Un poco", responde entre un suspiro. "Pero ya dejé mamaderas para que él coma", aclara sobre su elección de no exponer a su bebé en plena nota.

Luego de ser madre por primera vez, Peterson aceptó volver a trabajar, asumiendo el rol de paciente de Guillermo Montes, el psicoanalista que interpreta Diego Peretti para En terapia, el ciclo que hoy, a las a las 22:30 inicia su segunda temporada por la TV Pública.

Carla es Juliana, una abogada cuarentona que enfrenta su obsesión por ser madre. La mujer que personifica está enredada en la maternidad, y la actriz todo lo contrario. "Me veo contenta. Lo llevo con alegría, con entusiasmo. Estoy feliz."

En su primera vez en la TV Pública, aceptó la convocatoria porque el plan de grabación le permitió seguir con su plan de amamantar a su hijo. "Un mes después de tener a mi bebé tuve mi primera prueba de vestuario. Los libros los tenía leídos de mucho antes. Me había puesto a estudiar y me preguntaba si lo iba a poder hacer, ya que era un personaje más grande que yo. Después pude ahondar en su conflicto y en todo lo que ocurre con el personaje de Peretti, y me encantó. No sabía realmente si iba a poder concentrarme para estudiar; mi cabeza estaba en otro lado. Finalmente, acepté y lo hice.”

–¿En qué está Juliana cuando empieza su terapia?

–Ella es una ex paciente de Montes, que se atendió con él hace 20 años y no volvió nunca más a analizarse. Es una abogada muy exitosa que se plantea si ser madre o no. Se reencuentran porque él la consulta como abogada por su divorcio. Y la vuelve a atender y hay una revisión de su primera terapia.

–La realización de esta ficción es bastante atípica al estándar de las series o tiras de la televisión abierta. ¿Cómo te resulto esta experiencia?

–Se graba un capítulo por día, y es por plano, como en el cine, con escenas largas. No los grabé todos los días seguidos porque necesitaba estudiar entre un capítulo y otro. El formato exige seguir el guión tal como está escrito. Hice siete capítulos, y de esa manera pude organizarme.

–¿Trabajar como actriz tiene una exigencia distinta a otras profesiones?

–Sí, totalmente distinto. Este personaje me exigió muchos días de estudiar capítulos todos juntos. Estuve sentada casi sin moverme, como si estuviera preparando una obra de teatro. Cada capítulo se ensayó y se grabó en el día.

–¿Sin ensayos?

–Me encontré a grabar el primer capítulo con Peretti después de muchos días de estudio. Y hasta ese momento no conocés la atmósfera. Por suerte el trabajo fue con Diego, que es una suerte de actor director, es muy inteligente y práctico, no se va por las ramas y es muy concreto para trabajar al igual que la dirección. Eso me ayudó a apoyarme en ellos, porque si bien es un mundo nuevo, ellos sabían cómo se hacía por el trabajo del año pasado. Esa es la diferencia del programa diario, donde se exige cierta creatividad para no repetirse. Esto requiere más concentración, estudio previo. Otra profundización.

–¿Viste algo?

–No. Nada.

–¿Sos de mirar?

–Sí.

–¿Ves el programa en general o ponés el foco en lo tuyo?

–Sí, porque me corrijo y veo lo que no me gusta. Tal vez cuando hago una tira no veo todos los capítulos, pero al principio miro bastante para ver si es necesario cambiar algo y sumar para próximos episodios.

–Cuando terminó el último capítulo, ¿cuál fue la sensación?

–¡Quería hacer más! Porque ya sabés la formula de cómo se hace. El actor es como el deportista, y yo venía de varios meses de no hacer nada y tenía que empezar de vuelta. Y cuando me acomodé, terminó.

–¿Cuál creés que es el aporte del programa, a diferencia de otros en el contexto del psiconoálisis?

–Estamos buscando ir un poco más allá. Es como una confesión que todos hicimos. El psicoanálisis es de ahora; cuando nosotras éramos chicas no se conocían esos problemas de la cabeza. Psicoanalizarse es un lujo. Como producto televisivo, es un programa que está muy bien escrito, realizado y estudiado. Frente a algunos problemas puede aliviar bastante al espectador, que es lo que el psicoanálisis hace. Creo que este programa llega a empatizar y a encontrarte. Ver el cómo se cuentan cada problema es lo asombroso.

–En terapia por lo general plantea dos personajes hablando y sin tanta acción, propuesta que implica un espectador atento. ¿El televidente de la TV abierta es así?

–Creo que sí. La ventaja es que cada capítulo es corto. Van episodios de media hora. Este programa invita a los espectadores con ganas de estar sentados, mirando y abiertos, y también comprometidos.

Estudio, amor y buenas amistades
La actividad de los últimos meses. Gran parte del embarazo de Carla Peterson transcurrió en Estados Unidos. Viajó acompañando a Martín Lousteau, que fue a estudiar a Yale.
"Aproveché y también estudié", cuenta sobre su estadía allá. "Leí y pude ver películas, series, ir al cine. Cursé un cuatrimestre de teatro moderno." Entre sus más amigas, Peterson cuenta con Griselda Siciliani, que también fue mamá hace un año. "Ella me ayudó a pensar y a saber elegir frente a las ofertas de trabajo que me llegaron. Me aconsejó que cortara un tiempo después de tenerlo, porque no iba a tener ganas de salir de casa."

–¿Así te pasó?

–Sí. El año que viene voy a trabajar. Y ahora hasta fin de año no voy a hacer nada más. Tengo algo pensado cortito, en cine tal vez, con Gustavo Taretto (con él ya hizo Medianeras, estrenada en 2011).

FUENTE: http://tiempo.infonews.com/2013/06/17/espectaculos-103921-este-personaje-me-exigio-muchos-dias--de-estudio.php

No hay comentarios:

Publicar un comentario